Un descalcificador de agua es un dispositivo utilizado para eliminar los minerales y la dureza del agua. Funciona mediante un proceso de intercambio iónico, en el cual los iones de calcio y magnesio son reemplazados por iones de sodio, produciendo agua suave que ayuda a prevenir la formación de depósitos protegiendo equipos y tuberías.

La ósmosis inversa es una técnica que consiste en aplicar presión al agua para hacerla pasar por una membrana semipermeable que retiene las impurezas y las sustancias disueltas. Esta técnica tiene muchos beneficios, tanto para la salud como para el medio ambiente. Algunos de ellos son:

• El agua obtenida por ósmosis inversa es de buena calidad, con sabor neutro y libre de bacterias, virus, metales pesados, pesticidas y otros contaminantes.
• El agua de ósmosis inversa beneficia la salud, el bienestar y los cultivos, ya que ayuda a prevenir enfermedades, mejorar la hidratación, favorecer la digestión y potenciar el sabor de los alimentos.
• El agua de ósmosis inversa reduce el impacto ambiental, ya que evita el consumo de agua embotellada y sus residuos plásticos, ahorra energía y espacio al no necesitar calentarse ni almacenarla y minimiza el uso de detergentes y productos químicos.

El agua descalcificada es el agua que se ha sometido a un proceso de eliminación de la cal y otros minerales que pueden afectar a su calidad y a su uso doméstico. El agua descalcificada tiene varios beneficios para el hogar, como, por ejemplo.

• Reduce el costo de reparaciones: al evitar la obstrucción de tuberías y la formación de incrustaciones en los grifos y los electrodomésticos que usan agua, se prolonga su vida útil y se evitan averías o fugas.
• Mejora la calidad del agua: el agua descalcificada es más limpia y saludable para el consumo humano, ya que no contiene minerales que puedan alterar su sabor o causar problemas de salud como cálculos renales o hipertensión arterial.
• Aporta un importante ahorro de energía: al reducir la cantidad de cal en el agua, se facilita su calentamiento y se disminuye el consumo eléctrico de los aparatos que la utilizan.
• Facilita el mantenimiento de la limpieza en el hogar: al eliminar la cal del agua, se evita que se formen manchas blancas en los sanitarios, los azulejos o los cristales, así como que se deteriore la ropa o la vajilla al lavarlas.
• Protege tu piel: al evitar la irritación de la piel causada por el exceso de minerales en el agua, se previenen problemas como dermatitis atópica o sequedad cutánea. Además, el agua descalcificada hace más espuma con los jabones y champús, lo que mejora la higiene personal.